LAS FERIAS

Ya han comenzado las fiestas de Pilar.

Y para cumplir el ritual de todos los años, ayer fuí a las ferias.

Siempre que voy a las ferias me acuerdo de cuando era pequeña, eran con diferencia lo que mas me gustaba de todas las fiestas.

Ese cúmulo de gente, las atracciones, las luces, tanta gente contenta y mi maravilloso algodón de azucar. Aunque digamos verdad, terminaba mas algodón de azúcar en mis manos, en mi cara y en mi abrigo que en mi estómago, pero bueno siendo que siempre he sido bastante miedosa para las atracciones (excepto los autos de choque) haber quien me negaba el algodón.

Otra cosa que me llamaba mucho la atención erán los feriantes, siempre los veía tan contentos anunciando sus tómbolas y cosas,¡Quería ser uno de ellos! (Ahora se que son unos grandes comerciales con una técnica de venta muy estudiada).

Pero lo que mas me gustaba de todo eran... los peluches.

Mi problema era que a mis padres les gustaba mas el pan, jamón, chorizo y vino.

Así que cuando salía de las ferias siempre veía a todos los niños con esos peluches mientras yo llevaba el pan bajo el brazo.

A día de hoy tengo que decir, que cuando voy a las ferias, vuelvo a ser esa niña pequeña a la que le hacen tanta ilusión esas luces y ruidos, con algunas pequeñas diferencias:

-Aunque sigo sin montarme en las atracciones ya no salgo llena de algodón de azucar.

- Cuando voy al tenderete del vino añejo ya no me como solo el barquillo, también bebo el vino.

- En vez de comerme un algodón, me como un patatón de Chernoville.

Pero lo mas importante de todo, ayer no salí con un pan debajo del brazo sino con un par de peluches enormes:un diablillo y un perrito de ojos tristes.

Una canción: Al amanecer, Los fresones Rebeldes