COTILLÓN, COTILLÓN

Bueno, primeramente Feliz año a todos, espero que hayáis empezado bien el año y nos hayan ocurrido cosas siniestras como a mí en mi cotillón.

Por dónde empezar, este año eligieron el cotillón mis amigos, fuimos a una peña de San José de la que son socios, ya que era baratillo y si nos aburríamos mos íbamos a casa de ellos y fiesta. Grave error.

Cuando llegamos había bastantes tíos vestidos de señoritas, hasta ahí normal. Pero la gente que había era muy rara, entraban familias enteras con sus hijos, hijos de nueve años o de treinta con sus padres, y a nuestro lado, el primer crack de la noche. Digamos que a primera vista parecía que le faltaba un hervor, estaba en plan segurata bebiendose un batido y bailando grease (que temazos ponían). Entonces llegaron los amigos de este crack y eran iguales que él (Dios los cría y ellos se juntan), parecía un cotillón para gente con síndrome de down o algo así(sin que nadie se sienta ofendido). Lo primero que hicieron para avisarnos de su llegada fué tirarse un montón de pedos lacrimógenos, después se sentarón en mi abrigo, el olor que desprende desde entonces es incalificable.

Podría seguir contando muchas cosas que se fueron sucediendo durante la noche, pero si no este post sería muy largo, así que me detendré en los acontecimientos mas importantes.
Esta claro que nuestros amigos cracks hicieron mas de las suyas a lo largo de la noche, siempre recordaré con mucho cariño como se ambientaron con la bolsa de cotillón, el antifaz, el gorro, las serpentinas, los piños de drácula, uno de ellos que solo le quedaba un diente se ilusionó mucho con este último obsequio.
Digamos que fué pasando la noche y yo me encontraba entre mis tres colegas flipando y aguantándome para no ir al baño (me daba miedo, no sabía que podía haber en la zona oscura que llevaba a él), al final no pude mas y como una valiente me dirijí a él y cuando ya casi había llegado me corta el paso un travesti con camiseta de leopardo y un motón de paquetes de tabaco haciendo las veces de tetas y me casca mirando las mías:
"Ponte lo que quieras hoy no me ganas"
¡¡¡Pero es que no voy a poder mear!!!
A mi regreso de estos incidentes, encuentro a uno de mis amigos asustado, el crack numero 1 le había metido mano, acoso y derribo. Ante esta revelación, me bebo mi cubata de trago y decido irme al baño otra vez, esta vez me paran dos tíos:
"Tienes una mirada muy profunda, no cambies nunca, prométemelo"
Pero bueno, ¿por qué a mí?
Así que decido huir despavorida al baño y me meto en el primero que veo y sin mirar cierro.
Al girarme veo que no hay manivela (uhhhh, estoy en el mayor antro del mundo y me he quedado encerrada en un baño que mas bien es un cuarto escobero) y nadie me oye. Menos mal que llevaba el móvil en el bolsillo, tuve que llamar al tío Rober y vinieron a buscarme decojonandose, por supuesto.

Para resumir, estabamos con otros amigos que se dedicaron a montar un espectáculo porno al lado de los cracks, uno le sacaba fotos a las bragas ( o lo que sea ) de la novia, las dos novias hacían espectáculo lésbico y el crack número uno se me intentó ligar ( omitiré detalles de esta parte).
Así que bueno quien quiera un cotillón peculiar, ya sabe, peña los chachos de zaragoza.

Una canción: Bailando, Alaska y los pegamoides.