PARA APRENDER HAY QUE PERDER

Después de seis años sin escribir mas o menos, aquí me encuentro nuevamente, en mi casa. No por placer, si no por necesidad, a veces es necesario vomitar todo lo que hay en nuestro interior para poder avanzar, para quitarse ese peso que nos oprime... así que aquí voy, a vomitar mi interior.

No se ni por donde empezar, aquí me hallo mirando la página en blanco del blogger, el comienzo siempre es lo mas difícil, luego lo difícil es saber parar, y al final todo va de eso, del saber parar.
Yo no se parar... aunque sepa que es lo correcto y lo necesario. A veces no consigo entender por qué nosotros mismos nos empeñamos en hacernos daño, y por que no conseguimos dejar ir lo que no nos conviene, para de esta manera poder avanzar.

Todo comenzó un día como otro cualquiera, una brisa fresca me alcanzó, al principio fue como un juego divertido... ahora es una ruleta rusa...  ¿Qué es el querer? La RAE dice lo siguiente:

"Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear"

Para mi esta definición es incompleta, yo creo en el amor de verdad, en ese que nos venden las novelas y las películas, aquel que sucede sin que te des cuenta y que es loco, y que te asalta cual tormenta y del que cuando te das cuenta estás atrapada en una red de la que sabes que ya no puedes escapar, el que te hace admirar, por que para querer de verdad tienes que poder mirar hacia arriba, y  el que duele, porque si no lo hace, no es auténtico.

En el que no creo es en el que se comparte (hablando del amor romántico), no creo que se puedan amar a dos personas a la vez, en el que no se da todo, desde la parte que brilla en cada uno de nosotros hasta los rincones mas oscuros, en el que el miedo puede al valor, en el que se da muy poco a cambio de todo.

Estoy divagando, lo sé, pero al final, es justo lo que he prometido al principio del post, vengo a vomitar, no a escribir un inicio, un nudo y un desenlace.

Por qué siempre nos empeñamos en querer algo, aunque sabemos que no nos conviene... aunque sabemos, que no nos corresponde, porque al final si yo lo doy todo y tu me das un cinco por ciento, eso no es corresponder, son matemáticas, y en este caso el no puedo, no sirve, siempre se puede, siempre hay algo que podemos hacer y triunfar en ello, y si no lo hacemos, si no nos esforzamos en ello, es porque no queremos, lo demás se puede disfrazar como se quiera, pero al final esta es la verdad. No hay nada mas cruel que coger el corazón de alguien porque te gusta, te atrae y quieres absorberlo, no se si para llenar un vacío o cual es el motivo exacto, aunque si se, que no es algo que lo justifique.

Si alguien te regala su todo, todas sus batallas y sus fiestas, su paz, sus tormentas, solo hay dos caminos, corresponderle con lo mismo, o no cogerlo y dejarla ir, eso es ser honesto, no cojas algo a lo que no piensas corresponder ni hacerle honor.

En fin, todo esto me lleva al inicio del post, el saber parar... cualquier animal dejará de comer algo que no le siente bien, algo que le haga daño, cualquiera, menos los humanos, es como si a veces, estuviéramos enganchados al dolor... Es como si viéramos un camino delante lleno de zarzas y nos empeñáramos en seguir adelante clavándonos todas las espinas y desgarrándonos la piel, seguimos avanzando, empeñados en que mejorará, en que las zarzas se abrirán y dejarán pasar la luz y podremos llegar a un claro, en el que tumbarnos a retozar y a disfrutar y ser felices por fin, por que lo hemos luchado y nos lo merecemos. Sin embargo, esto no es así, si el camino no deja de estrecharse, tenemos que pensar fríamente, que quizás no haya salida, solo hay dolor, y no merece la pena. A veces hay que dejar de luchar y darse la vuelta, desandar los pasos y coger otro camino, con sol, con un buen paisaje, y que nos pague nuestro esfuerzo con la misma moneda.

Y quizás ya sea tarde para todo, ya ha llegado mi momento, mi momento de aprender y perder, yo perderé mi tiempo y ese algo que nunca he tenido, y tu... perderás mi todo.